Aunque no estés en una fábrica o haciendo trabajo físico pesado, trabajar en una oficina también implica riesgos para tu salud. Las jornadas largas frente a una computadora, la postura, el estrés y hasta las comidas rápidas pueden afectar tu bienestar con el tiempo.
Aquí te compartimos algunos de los peligros más comunes en oficinas y cómo puedes prevenirlos:
Peligros comunes en oficina y cómo evitarlos
Dolores de espalda y cuello
- Causados por mala postura o sillas poco ergonómicas.
- Usa una silla adecuada y ajusta la altura del monitor a nivel de los ojos.
Lesiones por movimientos repetitivos (como el síndrome del túnel carpiano)
- Provocados por usar el mouse o teclado por muchas horas.
- Coloca el teclado y mouse a la altura correcta y toma descansos para mover tus manos.
Caídas por tropiezos o superficies mojadas
- Cables sueltos, pisos resbalosos o sillas fuera de lugar pueden causar accidentes.
- Mantén tu área de trabajo libre de obstáculos y reporta cualquier riesgo a tiempo.
Cuidarte también significa lo que comes
Cuando trabajas en oficina, es muy común comer en la calle por falta de tiempo, pero eso puede afectar tu salud. Una buena forma de cuidarte es preparar tus propios alimentos en casa y llevarlos contigo.
Así puedes controlar lo que comes, ahorrar dinero y evitar alimentos ultraprocesados.
Si quieres más consejos sobre cómo mejorar tu alimentación, te recomendamos leer nuestro blog: La clave para una vida saludable.
Pequeñas acciones en tu espacio de trabajo que mejoran tu salud
Además de cuidar lo que comes y cómo te sientas, hay acciones simples que puedes hacer en tu rutina diaria de oficina para sentirte mejor física y mentalmente:
Párate al menos cada 60 minutos.
- Caminar unos minutos mejora la circulación y reduce el estrés.
Haz estiramientos de cuello, espalda y muñecas.
- Solo toma 5 minutos, pero puede marcar una gran diferencia.
Agrega elementos que te relajen.
Una planta, una foto que te guste o música suave con audífonos pueden mejorar tu estado de ánimo.
Mantente activo más allá del trabajo
Recuerda que lo que haces fuera de la oficina también cuenta. Practicar actividad física regularmente es clave para contrarrestar los efectos del sedentarismo. Puedes salir a caminar, hacer yoga, correr o lo que mejor se adapte a ti.
📌 Conoce más sobre los beneficios del ejercicio en nuestro blog: Practicar deporte: mente sana, cuerpo sano.
Tu salud no debería ponerse en pausa solo porque estás en una oficina. Pequeños cambios en tu rutina pueden prevenir lesiones, mejorar tu energía y ayudarte a rendir mejor sin comprometer tu bienestar.
Recuerda: tu espacio de trabajo también puede ser un espacio saludable.
¡Tu seguridad es nuestra prioridad!